Este número del semanario español DESTINO ofrece:
- Designio superior.
- Acerca de la pereza de escribir.
- El tiempo que hace y sus perspectivas:
frio.
- El marqués volador.
- El nacimiento de la fotografía.
- El Spitfire creación de una prodigiosa
voluntad: R.J.Mitchell
- Se prolonga la guerra.
- 1944: Teherán – Normandía – Malmedy.
- Ante el espectáculo de una deserción en
masa.
- La ilusión sostenida.
- La hulla blanca del Pirineo, una epopeya de
nuestro tiempo.
- Elección poética del sepulcro.
- Calendario sin fechas (Pla).
- El cine como documento.
- Crónica de cine.
- Nace un teatro.
- El mito de la superstición.
- Constant Lambert, autor de “Pomona”.
- La ausencia de ideales en la novela
contemporánea.
- Libros de reyes.
- La Exposición Nacional de Bellas Artes de
Barcelona.
- Escaparate (novedades editoriales).
- Cuento: El reverendo padre prior.
Como artículos de interés en este número de
Destino, destacaría: "Consecuencias de la ofensiva alemana en las Ardenas", "Resumen de 1944 " y "Historia del Spitfire".
LA MARCHA DEL CONFLICTO MUNDIAL.
FRENTE OCCIDENTAL 1944-45.
Diciembre/1944. La batalla de las
Ardenas
Balance general de la batalla.
Tras
la batalla de las Ardenas cabe hacer balance de la misma para entender su
desarrollo y su dramático final para el Reich.
a)
Desequilibrio de fuerzas.
Para
la batalla, los alemanes movilizan un volumen de fuerzas excepcional, tenida
cuenta de la situación general a principios de diciembre de 1944: 25
divisiones, 8 de ellas Panzer y 2 Panzergrenadier, 1.500 blindados (800 de ellos
Panzer propiamente dicho) y el apoyo de 2500 piezas de artillería y
Nebelwerfer.
Además,
en el curso de la contraofensiva aérea intentada el 2 de enero de 1945, se
ponen en vuelo 2.400 aviones de la Luftwaffe.
Frente
a ellos, al comienzo del ataque, el mando aliado – esencialmente el VIII Cuerpo
estadounidense – sólo podía alinear 4 divisiones de infantería y 1 blindada
frente a una docena de divisiones de asalto alemanas.
No
obstante, tras conseguir mantener el dispositivo de defensa unos días, para
Navidad los aliados pueden oponer al enemigo 30 divisiones, 9 de ellas
blindadas con más de 1.600 tanques, 4.200 piezas de artillería y al menos 6.000
aviones. Un total, pues, de 650.000 hombres de los First y Third Armies, además
de unidades del 30th Corps británico (tras la batalla, el intento de Montgomery
de reivindicar haber salvado la situación en las Ardenas suena ridícula y enoja
a los norteamericanos hasta el punto de tener que intervenir Churchill a favor
de sus aliados).
b)
Las pérdidas.
Las
pérdidas de ambos bandos son parecidas y pesadas: entre 90 y 110.000 soldados
americanos fuera de combate (de ellos 19.000 muertos y 23.000 desaparecidos o
prisioneros) y 800 tanques destruidos. Los alemanes, entre 70 y 100.000
soldados son baja, así como 600 blindados… sin contar los cientos de aviones
perdidos en la ofensiva de Göring del 2 de enero (y en consecuencia, la pérdida
de cientos de pilotos irreemplazables a estas alturas). Además, varios miles de
civiles pierden la vida no sólo frente a los alemanes, sino a causa de bombardeos
estratégicos aliados cruces de caminos, localidades básicas, etc).
Se
hace notar que contrariamente a lo pensado, la segunda parte de la batalla, la
“reconquista” aliada ocasiona combates más violentos y pérdidas más pesadas que
en el impulso inicial alemán.
c)
Condiciones tácticas.
Tácticamente,
ambos bandos demuestran gran maestría en la improvisación y organización de
grupos de combate interarmas, algo en lo que los alemanes son versados desde el
principio de la guerra y que los aliados adaptan eficazmente cuando les toca (Kampfgruppen y Task Forces).
La
artillería norteamericana, abundante y sobredotada de munición, supera ampliamente a la alemana, que debe contar y administrar severamente sus
disparos.
La
meteorología es un factor decisivo en la batalla. El mal tiempo, al principio,
favorece el efecto sorpresa alemán y ralentiza la capacidad de reacción aliada
(impidiendo, además, reacción aérea eficaz hasta el día 22 de diciembre).
Paradójicamente, estas mismas condiciones favorecen el establecimiento de
puntos de resistencia que obstaculizan la marcha hacia el Mosa (como St. Vith y
Bastogne).
Las
posteriores y continuas nevadas causan problemas de abastecimiento casi
insuperables. Mas al norte, es el fango el que contribuye a frenar la ofensiva
de la 6: Panzerarmee.
En
la segunda fase de la batalla se instala un tiempo claro y de frío intenso, lo
que favorece extraordinariamente a los aliados y aumenta el sufrimiento de los
combatientes inicialmente mal equipados. Este mismo tiempo, por último, permite
la utilización intensiva y brutal de la aviación aliada poniendo fin a la
esperanza de obtener algún resultado decisivo germano.
d)
Los falsos aspectos “estratégicos”.
¿Qué
perspectivas reales de éxito suponían la ofensiva alemana?
Nulas
si se toman como base los grandiosos objetivos de Hitler, tanto desde el punto
de vista psicológico como desde el de la creencia de un cambio de rumbo de los
acontecimientos en el Oeste.
Sí
es cierto que la imagen de una batalla encarnizada calificada de decisiva
revaloriza la explotación inicial del ataque en la parte alemana, aunque
también, y más aún si cabe, las cualidades combativas estadounidenses
(tenacidad defensiva y reacción operativa.
La
esperanza alemana de llegar al Mosa en 48 horas y de crear en una semana un
saliente hasta Bruselas y Anvers con sólo una docena de divisiones de asalto a
menudo incompletas, parcialmente mecanizadas y sin un segundo escalón
representaba un objetivo obviamente irrealizable
Por último, los logros conseguidos no
justifican la utilización de unos medios insustituibles que hubieran sido
necesarios para los combates de la primavera siguiente.
CONSECUENCIAS
1)
La ofensiva germana trastoca y retarda el calendario planeado por el mando
aliado para finalizar la guerra.
2)
Genera un sentido de prudencia entre los combatientes aliados mayor que el que
hasta entonces han desarrollado (se dedicarán semanas, e incluso meses, de
preparación para llegar a la orilla occidental del Rhin y franquearlo).
3)
Indirectamente, el inopinado ataque alemán da veracidad a la posibilidad de un
“reducto nacional” alemán en los Alpes bávaros casi terminado el conflicto.
4)
Implanta en ambos bandos unas consideraciones sobre el enemigo que hasta
entonces no habían tenido en cuenta. A los alemanes les muestra la solidez
aliada y la imposibilidad de llevar nunca más la iniciativa. A los aliados, la
capacidad alemana de resiliencia y el convencimiento de que harán falta grandes
esfuerzos para derrotar al enemigo.
5)
Por último, las Ardenas muestran el canto de cisne del ejército alemán en el
Oeste (ya que las pocas fuerzas móviles y blindadas aún operativas serán
trasladadas en enero de 1945 a los campos de batalla de Hungría y Pomerania
para hacer frente a los avances soviéticos).
“2e
Guerre Mondiale”.
Thématique
nº 37. Enero 2015.